Se trata de una revisión llevada a cabo por otro traductor, que corrige los posibles errores que se le hayan podido escapar y acaba de pulir el estilo para conseguir traducciones de la más alta calidad.
El proofreading es una evaluación crítica de una traducción realizada por un profesional distinto, con el objetivo de corregir cualquier posible error que haya pasado por alto durante el proceso de revisión.
Hay que tener en cuenta que los traductores también son humanos y, después de pasar horas o días trabajando en un texto, pueden perder la objetividad y cometer algún error.
Pero además, durante el proceso de proofreading también es habitual realizar una corrección de estilo que asegure una mejor comprensión del texto, así como que la traducción se ajusta fielmente al tono deseado por el cliente.
Finalmente, el proofreading permite asimismo identificar problemas que no están relacionados directamente con la traducción, pero que podrían hacer que no funcione correctamente. Por ejemplo, porque no se ajusta al contexto cultural o lingüístico en el que se usará el contenido, o porque el texto traducido no encaja adecuadamente con el formato o el diseño del documento (algo bastante habitual por ejemplo en las traducciones del inglés al español, que pueden quedar hasta un 30 % más largas que los originales).
Por ese motivo, en general, el proofreading se cobra aparte de la traducción, como veremos más adelante.